El mundo de los blogs, diría Leopoldo "El Ciudadano" Castillo, no es fácil. Es más, para llevarle la contraria a los publicistas de la bloggosfera, lo digo, es dificilísimo. De allí que sean muchos los blogs que nacen y pocos los que perduran. De allí que este, después de un par de años de brillo, entrara en una etapa de titilante incandescencia que estuvo a punto de apagarlo definitivamente. Lo repito: no es fácil.
No tienen uds idea de todo lo que implica bloggear: pensar la entrada, redactarla, corregirla una vez, buscar las imágenes, corregirla de nuevo, entrar a blogger, cargar las imágenes, pegar el texto, ajustar las imágenes, poner negritas y cursivas, publicarlo, releerlo para buscar nuevos errores, corregirlos, y así sucesivamente. Luego, no lo niego, llegan las recompensas: los índices de lectoría y la variopinta gama de comentarios de los lectores. Los hay buenos y los hay malos. Los hay de felicitación y los hay de reproche. Los hay de halagos y los hay de insultos. Ambos gratifican: unos porque te hacen saber que hay gente que coincide contigo, que piensa como tú y que le gusta lo que escribes; y otros porque te hacen saber que lo que escribes incomoda, molesta y enerva tanto, que es capaz de llevar a algunos a gastar minutos de su valiosísimo tiempo para insultar.
Todo el mecanismo antes expuesto de esfuerzo/gratificación funciona con un etéreo combustible: la inspiración. ¿Cómo se obtiene? No se sabe. ¿De dónde? Tampoco. La cuestión es que es necesaria y sin ella poco se puede hacer en un blog.
¿A qué viene todo esto? Bueno, muy simple: fue inspiración lo que faltó y falló en los últimos meses en los que este blog fue dejado al abandono. ¿Qué les puedo decir? Fue así, de repente, de un momento para otro. De la noche a la mañana ya no me salía escribir: no hallaba de qué hablar, cuando lo hallaba me costaba horrores empezar, cuando por fin empezaba me quedaba a mitad de camino, y cuando finalmente terminaba y leía lo escrito, lo que sentía era pena. Simplemente impublicables. En vista de ello, pues me dediqué a otras cosas: un curso de reposterìa, otro de bordado, etc. Así que fue en eso que se me pasaron todos estos días, hasta que, de repente, regresó la inspiración. De la nada me entraron ganas de seguir metiendo el dedo en la llaga, fastidiando, incomodando, polemizando, incendiando, opinando, en fin, bloggeando. Y heme aquí de nuevo, igual pero diferente. ¿He cambiado? Sólo el tiempo lo dirá. Sin embargo, bienvenidos sean todos a la segunda temporada de este blog. ¡Que dure...y salud! Nos leemos por aquí
No tienen uds idea de todo lo que implica bloggear: pensar la entrada, redactarla, corregirla una vez, buscar las imágenes, corregirla de nuevo, entrar a blogger, cargar las imágenes, pegar el texto, ajustar las imágenes, poner negritas y cursivas, publicarlo, releerlo para buscar nuevos errores, corregirlos, y así sucesivamente. Luego, no lo niego, llegan las recompensas: los índices de lectoría y la variopinta gama de comentarios de los lectores. Los hay buenos y los hay malos. Los hay de felicitación y los hay de reproche. Los hay de halagos y los hay de insultos. Ambos gratifican: unos porque te hacen saber que hay gente que coincide contigo, que piensa como tú y que le gusta lo que escribes; y otros porque te hacen saber que lo que escribes incomoda, molesta y enerva tanto, que es capaz de llevar a algunos a gastar minutos de su valiosísimo tiempo para insultar.
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¿A qué viene todo esto? Bueno, muy simple: fue inspiración lo que faltó y falló en los últimos meses en los que este blog fue dejado al abandono. ¿Qué les puedo decir? Fue así, de repente, de un momento para otro. De la noche a la mañana ya no me salía escribir: no hallaba de qué hablar, cuando lo hallaba me costaba horrores empezar, cuando por fin empezaba me quedaba a mitad de camino, y cuando finalmente terminaba y leía lo escrito, lo que sentía era pena. Simplemente impublicables. En vista de ello, pues me dediqué a otras cosas: un curso de reposterìa, otro de bordado, etc. Así que fue en eso que se me pasaron todos estos días, hasta que, de repente, regresó la inspiración. De la nada me entraron ganas de seguir metiendo el dedo en la llaga, fastidiando, incomodando, polemizando, incendiando, opinando, en fin, bloggeando. Y heme aquí de nuevo, igual pero diferente. ¿He cambiado? Sólo el tiempo lo dirá. Sin embargo, bienvenidos sean todos a la segunda temporada de este blog. ¡Que dure...y salud! Nos leemos por aquí
5 comments:
Bienvenida de regreso Luz Clarita, se te echo de menos. Un abrazo y sigue con el dedo en la llagota.
Gracias por volver se te echo de menos, yo soy fans de tu blog y nunca te abandone aunque tu a nosotros si de todas formas estamos aca siempre un abrazo. Por cierto sabes cuando volveran lo del cotilleo??? esos se le pego lo mismo que tu
¡Qué bueno que por fin está de vuelta, Sra. LC!
De verdad la extrañé muchísimo.
Saludos.
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Saludos cordiales.
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A mi siempre bien estimada Rosa, al querido Exiliado, y a mi fan anónimo1, pues muchas gracias. Disculpen, eso sí, por no avisar que me iba, pero bueno, aquí estamos que es lo que importa. ¡Se les quiere!...¡SALUDOS!
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