Carta a la amante del Vice Jorge Rodríguez

Sra. Amante del Vicepresidente Ejecutivo Jorge Rodríguez

Me veo en la obligación de recurrir a usted, porque considero que es la única persona que en estos momentos puede ayudar al Vice, y por ende a los venezolanos. Su “querido” está entrando en un estado muy grave que ya raya en lo patológico. Esos ataques de histeria que lamentablemente tenemos la desdicha de presenciar por la TV, no son nada normales, y preocupan. Preocupan no solo porque vemos a una persona atormentada y enferma soltando disparates a diestra y siniestra; preocupan porque cada uno de ellos tiene importante trascendencia en el acontecer nacional. El último fue responsabilizar a la Iglesia Católica de la muerte del joven de Guacara (y yo ilusa que pedía respeto)…¡por Dios!

A ciencia cierta no se cual es el problema de George, y no voy a caer en la simpleza de reducirlo todo a falta de sexo, primero porque no se ni me interesa conocer la frecuencia sexual del Vice, y segundo porque sería un insulto a la inteligencia de todos mis lectores y a la mía misma. Sin embargo no por eso voy a ocultar lo inocultable: las artes amatorias son algo muy poderoso y a través de ellas se puede manejar un país, bastando para esta muestra el botón de Misia Blanca Ibáñez, o de cualquiera de las otras que como arroz blanco abundaron en tiempos de la IV, y ahora en la V. Usted mi ¿respetada dama?, ostenta ahora tan dudoso poder, y por lo visto no lo está ejerciendo bien. ¿Sería mucho pedir que se ocupe de tener feliz al Vice?

Perdóneme si me estoy entrometiendo, pero entienda que el histerismo de su hombre ya ha pasado a ser un problema nacional, y como venezolana me afecta, razón por la cual sin pudor alguno le recomiendo que tal y como lo hicieron en el pasado, cuando tan antiimperialistas uds, se fueron juntos a darse masajes en el SPA Palazzo de ese lujosísimo hotel tan visitado por las celebridades como lo es el Boca Ratón Resort & Club, se tomen unos días de descanso en esos predios. ¿Por qué no, pues? No me ponga como impedimento que a diferencia de la vez pasada -cuando los casi $1000, $926.76 para ser exacta, corrieron por cuenta de Smarmatic-, en esta oportunidad todo correría por cuenta del Vice a quien le saldría muy costoso. ¡Vamos!, que si Sigmun Fraude, ¡digo!, Jorgito, tuvo plata para comprarle a la embajada de EEUU un tremendo apartamento en ese bellísimo y oligarca edificio de Altamira llamado La Corniche; desvía los fondos de la Vicepresidencia para darle un millardito a Apex Consultores para cubrir con un SÍ la Torre Este de Parque Central, según Producto Express; y además se puede dar el lujo de hacer piques con un Audi en plena autopista, ¿me va a decir que no puede aflojar unos dollaritos pa darse masajes en tierras de Bush?...¿Verdad que no?...Bueno, entonces ¡por favor!, lléveselo cuanto antes, conténtenlo, regréselo más relajado, y le juro, que la patria entera se lo agradecerá encarecidamente.

Eso si, esté muy pendiente de la bebida, mire que al Vice pareciera que le gusta empinar el codo y dicen los deslenguados que es de los que se toma hasta la tensión. Así que por lo que más quiera, no permita que se acerque a volante alguno, si no desea que esos gringos oportunistas del imperio del Tío Sam hagan fiesta a costa de las borracheras de otros, no sea cosa que además tomen fotos, lleguen a Venezuela, y cuando las vea la esposa se pregunte ¿quién es esa? ¡La hecatombe pues! Se pierden todos esos reales, llega peor el Vice, y quizás en un ataque de histeria culpe al ratón Mickey -siempre con "el imperio" por delante como manda Fidel- de estar conspirando con el pato Donald, para secuestrar a Chávez en los sótanos del palacio de Magic Kindong. ¿Estamos?

Atte
Luz Clarita De Farol.