¡Quién lo diría! Hoy la vida me pone del lado de Iris Varela

¡Santo Dios Bendito! Patitiesa y patidifusa he quedado luego de ver el tremendo show armado en los estudios de TRT de Táchira, donde en vivo y en directo la diputada Iris Varela ha irrumpido en el programa “Café con Azocar” y ha acaba´o con tó.

Al verlo no pude dejar de pensar en los psicosociales que azotaron el Perú cuando “el Chino” Fujimori y “el Doc” Montesinos –ese mismo que Pedro Carreño sospechosamente asesinó-, que eran escandalosas ollas mediáticas montadas para distraer la atención de raimundo y todo el mundo, mientras ellos acababan con el país, y que tuvo como máximo exponente el programa Laura en América, donde a cambio de “carritos sagucheros” los más pobres del Perú exponían sus miserias y drenaban sus rabias.

Más o menos en eso se nos ha convertido la diputada Iris Varela: en una Laura cualquiera, y que me perdonen Annabell Blum y Maricarmen Sobrino, dignas aspirantes a ocupar ese puesto, con sus programas matutinos de Venevisión, que a ciencia cierta no se si todavía tienen ya que llevo años sin ver ese canal. Venía diciendo que Iris Varela se nos estaba convirtiendo en una Laura Bozzo, ya que basta que entre a una televisora para que arme un escándalo. Su presencia en cualquier estudio de TV -plató, para que entienda el rey de España- es sinónimo de controversia, gritos, escándalos, insultos, golpes y demás ingredientes del sensacionalismo televisivo revienta rating.

Hace un poco más de un año, la ilustre diputada estuvo de paso por RCTV y armó su show en La Entrevista con Miguel Ángel Rodríguez. En aquella oportunidad pidiendo un derecho a réplica a La Bicha, se metió en el programa que no era, y pretendió dañar la imagen del guerrero periodista del 2, acusando a su hermano de narco-complaciente, y tildando de inmoral a su familia. En aquella oportunidad, Miguel Ángel se las cantó tan claritas como mi segundo nombre y le demostró que con la familia no se mete nadie, cosa que aplaudí a rabiar, porque la puso en su sitio

En otra ocasión, de nuevo bajo la excusa de un derecho a réplica, se metió en Buenas Noches y tildó de “basura” a Ibéyise Pacheco, lo que tuvo como respuesta una reacción muy blandengue de su esposo Kiko Bautista, que en su momento critiqué.

En esta oportunidad la agraviada es ella, e irrumpe violentamente en TRT como me imagino ya habrán visto en el video de arriba. Antes de escribir lo siguiente debo dejar en claro que para mí Iris Varela es una impresentable, que no estoy de acuerdo con las cosas que hace, y que la violencia siempre me ha parecido el método menos adecuado para resolver problema alguno.

Dicho esto me toca tragar grueso y ponerme en una posición en la que jamás me imaginé estar, como es la de, no digamos defender, digamos entender a Iris Varela. Antes que periodista y antes que todo, yo, aparte de mujer soy madre. Para mi lo más sagrado del mundo son mis hijos, y sin ruborizarme digo que por ellos yo bien podría matar. Gracias a Dios a los dos los tengo vivos, y espero poder morirme antes que ellos, porque no me imagino el dolor que debe significar la pérdida de uno.

Lamentablemente Iris Varela pasó por eso, y desgraciadamente Gustavo Azocar tocó el tema en un libro que escribió. No he leído el libro, así que no se la forma en que trató el caso, pero independientemente de eso, creo que inclusive la sola mención del hecho es algo condenable y de muy mal gusto. Entiendo que a raíz de eso a “la fosforito” se le revuelva todo por dentro cuando ve a Azocar y haga lo que haga. La vida no me ha puesto en esa posición, pero segura estoy que bien podría reaccionar así al tener en frente a alguien que pretendiera dañar a cualquiera de mis hijos, porque, repito, soy madre. Habrá quien pueda pensar que eso fue una excusa o una simple actuación de la Laura-Diputada; o bien quien diga “que el que a hierro mata a hierro muere”, pero lo siento, yo no me anoto en esa. Un hijo es lo más sagrado que uno tiene en el mundo, y en nombre de un hijo, por más duro que suene, lo que sea. Es un asunto de principios, y punto.