Lecciones de periodismo de William Guzmán, caso Lindsay Lohan

TITULAR: Lindsay Lohan le pone los “cachos” a su mujer.

SUMARIO: La cantante y actriz fue captada por los “paparazzis” cuando abandonaba una tienda de Los Ángeles acompañada de una dama…que no era su pareja.

CUERPO DE LA NOTICIA: La relación sentimental de Lindsay Lohan y Samantha Ronson pareciera no estar atravesando por su mejor momento, ya que últimamente la actriz se ha visto algo distanciada de su pareja, de hecho el pasado fin de semana fue captada por los “paparazzis” cuando abandonaba una boutique en la que estuvo de compras…con otra mujer.

Efectivamente, la polémica estrellita se largó de “shoping” con una misteriosa dama, con la que estuvo varias horas recorriendo los estantes de la famosa tienda Maxfield, de Los Ángeles, donde adquirió un lujoso vestido. Su acompañante, cuya identidad no pudo ser precisada, aprobó la escogencia de la cantante y actriz, quien cargaba puesto el anillo de oro blanco y diamantes que le regaló Samantha. Despreocupada ante el asedio de los fotógrafos, Lohan no hizo ningún alarde de la conducta agresiva que siempre la ha identificado. Su “suave” actitud llamó la atención de los representantes de la prensa con los que ha tenido más de un enfrentamiento. Para muchos, el empate de Lindsay Lohan y Samantha Ronson está colgando de un hilo, pues los rumores sobre un posible rompimiento de la pareja cada día arrecian más. Y eso de que cada una ande por su lado da a entender que entre ellas, la cosan está marchando por el camino correcto.

Hoy, el as del periodismo de farándula, William Guzmán P., nos brinda, desde las páginas de Meridiano, otra magistral lección de piratería y estupidez.

Los hechos son los siguientes: La siempre polémica Lindsay Lohan decidió un día salir de compras en Los Ángeles con una amiga. Fue de tienda en tienda, se probó y compró uno que otro vestido, y saliendo de una boutique fue retratada por el lente indiscreto del algunos paparazzis. Lo rutinario pues.

¿Hay algo de malo en todo esto? No. Salir de compras con una amiga es algo bastante común, y pedirle consejos o asesoría a la hora de comprar un vestido, pues es lo más normal del mundo. Sin embargo, para la mente insana, atrofiada, paranoica y hasta pervertida del reportero estrella de la farándula, William Guzmán, lo anterior fue un acto de infidelidad.

Ríanse a carcajadas si quieren, pero la cosa es así como lo leen. Hoy William Guzmán se graduó de estúpido en Meridiano al decir que por ir de compras con una amiga: “Lindsay Lohan le pone los “cachos” a su mujer”. ¡Válgame Dios! ¿Y si a Lindsay Lohan en una fiesta le dan ganas de hacer pis y le pide a una amiga que la acompañe, qué dirá William? Seguro la casa, divorcia, embaraza y hace abortar en una misma nota.

También, porque él cuando la embarra lo hace con todo, William nos brinda en su nota otra de sus folkloricas muestras de piratería. Aparte de escribir que “la cosan está marchando” –en Meridiano se niegan a buscarle un corrector-, William, después de decir que: “La relación sentimental de Lindsay Lohan y Samantha Ronson pareciera no estar atravesando por su mejor momento”, dice, al final de la nota, también de su puño y letra: “que cada una ande por su lado da a entender que entre ellas, la cosa está marchando por el camino correcto”. ¿Entonces idiota?

Y después hay quien se pregunta por qué el periodismo de farándula está tan desprestigiado.