En la mansurrona TV Venezolana son tan raros y escasos como la decencia en los que nos han mandado y mandan, por eso hay que estar alerta cuando suceden para no perdernos ni el más mínimo detalle. Hablo de eso que se llama un “momento televisivo” -momentazo que dirían los amantes de la hipérbole- y que para definirlo en las palabras del protagonista del de que hoy nos atañe es eso que “rompe el celofán” de la tranquilidad y normalidad televisiva. Eso que se sale de lo común, de lo cotidiano, de lo de siempre.
Los hay buenos y malos, pero en todos lo que resalta es la excepcionalidad, que no la espontaneidad. Por ejemplo: la salida del aire de Televisa cuando Lourdes Guerrero reportaba en vivo la situación del terremoto del 85 fue un momento espontáneo y excepcional; no así la salida del aire de RCTV a las 11:59 del 27 de mayo, que fue excepcional mas no espontánea.
El del lunes tuvo la virtud de ser excepcional y espontáneo. Su protagonista fue Leopoldo Castillo, amado y odiado presentador de Aló Ciudadano, quien para mí, de forma, es el mejor de los conductores que tiene Globovisión. En el se mezclan dos cosas: el “tumbao” de aquellos grandes locutores de la época de gloria de la AM y la telegenía, generando aquello que los que se las dan de muy, muy, muy llaman estilo. Leopoldo Castillo, bueno o malo, tiene estilo. Y tiene además cerebro, cosa rara en estas épocas de maniquíes perfectos que leen teleprompters imperfectos.
Con mucha –muchísima- vehemencia, pero no por ello con menos razón, la de “El Ciudadano” se convirtió en la voz del sentir de buena parte de este país, regalándonos este momento televisivo que quedará para la posteridad. Aquí se los dejo:
Los hay buenos y malos, pero en todos lo que resalta es la excepcionalidad, que no la espontaneidad. Por ejemplo: la salida del aire de Televisa cuando Lourdes Guerrero reportaba en vivo la situación del terremoto del 85 fue un momento espontáneo y excepcional; no así la salida del aire de RCTV a las 11:59 del 27 de mayo, que fue excepcional mas no espontánea.
El del lunes tuvo la virtud de ser excepcional y espontáneo. Su protagonista fue Leopoldo Castillo, amado y odiado presentador de Aló Ciudadano, quien para mí, de forma, es el mejor de los conductores que tiene Globovisión. En el se mezclan dos cosas: el “tumbao” de aquellos grandes locutores de la época de gloria de la AM y la telegenía, generando aquello que los que se las dan de muy, muy, muy llaman estilo. Leopoldo Castillo, bueno o malo, tiene estilo. Y tiene además cerebro, cosa rara en estas épocas de maniquíes perfectos que leen teleprompters imperfectos.
Con mucha –muchísima- vehemencia, pero no por ello con menos razón, la de “El Ciudadano” se convirtió en la voz del sentir de buena parte de este país, regalándonos este momento televisivo que quedará para la posteridad. Aquí se los dejo:
9 comments:
Sin palabras.
Hablando de los 15 minutos de fama que de ves en nunca tienen algunos personajes que es de CAROLINA PERPETUO, decian que la iban a botar de venevision o que la botaron??? que se divorciaba o que tenia problemas con el esposo??? que hay de cierto hace mucho no se le ve en pantalla llamando la atencion cmo siempre...
Diossss!!!...
Estaba temblando el Leopoldo!...jejeje!
Demasiado efusivo...así!...como todo venezolano arrecho de tanta inoperancia, injusticia y persecusión!...
Hasta cuando!
Un abrazo Luz...
Tienen plena libertad de CHILLIDO, ese es el papel que les toca jugar, CHILLAR....
Que paso aqui?
http://www.youtube.com/watch?v=fcyLgUcsE4U
Y aqui?
http://www.youtube.com/watch?v=2xqNw6LOHvk
Debes darte cuenta Luz Clarita que hacemucho tiempo, tu blog dejó de ser uno de los mas leídos y con este tipo de comentarios, besándole los pies a ese mamarracho, seguirás en el foso...Tantas cosas tan importantes que comentar para ponerse uno a darle espacio a ese adefesio del periodismo...que asco!
Lo que sucede es que ellos defienden cualquier cosa que diga estar en contra de Chávez.... Así sera su desespero
verdades que gustan y verdades que duelen mas que todo a los que se empeñan en no ver mas alla de sus narices adelante luz clarita demuestras tu fuerza.
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