Censura en EL SIGLO

El amordazar o censurar es uno de los actos más viles que puede haber, ya que atenta contra uno de los derechos fundamentales del ser humano que es el de expresarse libremente.

Sin necesidad de ser periodistas a lo largo de la vida siempre se nos presentan ocasiones donde somos victimas de la censura. En el mejor de los casos el censor es nuestra conciencia, nuestra razón, o nuestra moral, que por ética nos obligan a callar ciertas cosas, que aunque son verdad, pueden herir, ofender, o dañar a alguien o algo que queremos.

¿Pero que pasa cuando el censor no es nuestra conciencia, sino el poder, entiéndase por poder cualquier fuerza superior –que no celestial ojo- que tiene la capacidad –en algunos casos fuerza- de hacernos callar? Se siente una mezcla de impotencia, rabia y dolor, que no es nada agradable.

A pesar de que el “censor” es una variable independiente que cambia según las circunstancias, hay algo que es linealmente dependiente para decirlo en términos matemáticos, y es que la censura pretende ocultar la verdad. ¿Qué pretendía ocultar Didalco Bolívar apoderándose de el siglo? La verdad.

Y la verdad sea dicha, la de el siglo, es una historia digna de una novela. Hay traiciones, mentiras, pactos de media noche, una familia de apellido prominente, una herencia en juego, una viuda que quiere poder, un ambicioso heredero con ínfulas de rey, un misterioso tío que promete hacer justicia, una justicia complaciente, un poderoso gobernante, una policía entregada, y hasta una animadora de TV, que bien hubieran podido constituir la mayor inspiración de Delia Fiallo.

Pero lamentablemente no se trata de una historia salida de la pluma de la grandiosa escritoria cubana, es una historia de la vida real. Una historia donde las víctimas de un constante abuso y atropello, son unos muy dignos trabajadores cuyo único delito ha sido luchar por lo que es la enmienda básica de un periodista: decir la verdad.

Esto les ha valido ser víctimas de uno de los más bochornosos actos de poder y fuerza desmedida, cuando entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de Enero, la Policía de Aragua, a la que tanto combatieron y denunciaron, por ordenes de Tulio Capriles Mendoza, tomó las instalaciones del diario y los agredió salvajemente, hecho del cual ya poseo un buen soporte fotográfico y audiovisual que se publicará en su momento.

Sin embargo, como lo advertíamos anteriormente, esta es una historia complicada y para entenderla hay que conocer muy bien los personajes y estar ubicados dentro del contexto. De eso nos encargaremos el próximo lunes, cuando les diremos quien es quien dentro de la familia Capriles, y los ubicaremos en la relación de el siglo con Didalco Bolívar y Poli-Aragua.

Ah, es que se me había olvidado decirles: A partir de hoy, todos los lunes serán de el siglo, y semanalmente saldrá por este blog un nuevo “capítulo” de esta “novela” con eso que los poderosos quieren esconder. Porque así como lloro y lucho a capa y espada por RCTV, así como he denunciado la censura que hay en Venevisión y Televen, de la misma forma lo hago por mis colegas de el siglo, ya que siempre he tenido como política de vida ser consecuente con lo que digo, y siempre lo he dicho: mi compromiso es con mi conciencia y con la verdad.