La IMPUNIDAD en EL SIGLO (II)

Aunque se que estos temas legales no son precisamente los favoritos por los lectores, creo necesario tocarlos en este caso para dejar en claro la oscura atmósfera de complacencias y complicidades que envolvió el siglo. Es constante el alegato de “un problema familiar” y hay quien se lo crea, pero todos sabemos que no es así. Simplemente sirve para demostrarnos que la justicia en este país casi nunca se pone del lado de quienes tienen la razón sino el poder.

En esta entrada me voy a dedicar netamente a los organismos a los cuales acudieron y como fue la movida de estos, ya en las próximas les hablaré de lo que hicieron los periodistas y daré testimonio gráficos de todas sus protestas. De esta forma será más fácil comprender como fue todo.

HECHOS: Sara Mier y Terán envía una comunicación a la Defensoría del Pueblo exigiendo su presencia en el siglo para que de ese modo pudieran verificar como se le impedía a los trabajadores ejercer sus funciones y para que velaran por su seguridad. En la tarde de ese lunes se aparece la Defensora Encargada Marta Fernández, pero no por la solicitud de la doctora Mier y Terán, sino a solicitud de Tulio Capriles Mendoza que firmaba ya como Vicepresidente de la empresa. A pesar de esto los trabajadores se sintieron esperanzados y abordaron a la doctora quien les dijo que entraría a hablar con Capriles y luego saldría a hablar con ellos. Pasaba el tiempo y los trabajadores seguían esperando por ella, hasta que uno se da cuenta que la Doctora salió por la puerta de atrás, y no les dijo ni pío a los trabajadores. ¡Qué burla!

HECHOS: Una comisión integrada por los periodistas Yudith Castillo, Marlon Jiménez, Alejandra Bolívar y la Dra. Mier y Terán se dirigen a la Asamblea Nacional pidiendo que la Comisión de Medios y la Comisión de Asuntos Laborales intervenga. Los diputados casi juraron sobre siete cruces que trabajarían con la urgencia del caso, prometiendo que al día siguiente estarían al pie del cañón en Maracay…¿Qué pasó? No fueron.

HECHOS: El 1º de Febrero se dirigen Johana Vargas, Yamileth Rondón y la Dra. Mier y Terán al tribunal donde habían metido un amparo que bien hubiera podido ser la solución al conflicto. Se entrevistan con la juez laboral a cargo Dra. Nidia Hernández quien les da esperanzas de que decidiría a favor de los trabajadores. Pasan las horas y la decisión nada que sale, hasta que bien entrada la tarde llega la información que la juez ha decidido que el amparo no es competencia de ella y que se tomará la decisión al día siguiente. Otro golpe más, por cierto muy bien orquestado.

Presten especial atención a la movida “legal”. Este tribunal laboral declara no ser competente por lo que el amparo pasa al Tribunal Superior en lo Contencioso Administrativo, que en efecto no era competente para ese tipo de amparo y así lo declara, produciéndose entonces un conflicto de competencia que debe ser solucionado por el TSJ. Como bien se podrán imaginar uds remitir el expediente al TSJ para que este decida cual es el tribunal competente es algo que se lleva mucho tiempo y al final poco soluciona. ¿Y cuando se produjo la respuesta? En abril, decidiendo que en efecto era el Tribunal Laboral el que tenía competencia en el caso, dándole a Capriles lo que necesitaba: tiempo.

HECHOS: El 4 de Febrero aprovechando que se realizaba en Caracas un acto del gobierno se dirige a la capital una comisión integrada por los periodistas Marlon Jiménez, Yohana Vargas, la Dra Sara Mier y Terán y por Melecio León. Allí se fueron a hablar con el Ministro del Trabajo quien mediante su asistente los puso en contacto con José Gregorio Villarroel, recién designado como Director de Relaciones Laborales, quien prometió presentarse el martes 6 con una comisión. Por mala suerte este señor resultó ser compañero de universidad de uno de los abogados de Tulio Capriles, razón por la cual se creyó completita la versión del mismo, dando como resultado que a la final se firmara un acuerdo que poco ayudaba a los trabajadores de el siglo y permitía cosas como que los guardaespaldas de Capriles pudieran seguir entrando armados a la empresa, se les prohibía a los trabajadores parar la empresas u ejercer otras “actividades conflictivas” y se obligaba salir a la policía, pero se le permitía estar en los alrededores de la empresa. ¿Y entonces?

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Ya saben, la próxima semana les traemos todo sobre los trabajadores, su protesta y la cobertura de los medios.