¡ALERTA!: El sicariato se ha instaurado en Venezuela...y aquí no pasa nada


Dolor, indignación, preocupación y miedo. Eso, y en ese mismo orden, es lo que siento cuando me entero que el día de ayer un grupo de sicarios acabó con la vida del joven Julio Soto, presidente de la FCU-LUZ. La camioneta en la que se trasladaba junto con un par de jóvenes, uno de los cuales también era dirigente estudiantil, recibió 25 impactos de bala de cuya trayectoria se concluye que hubo más de una persona implicada.

Días antes, el viernes 26 de Septiembre para ser exacta, Eliécer Calzadilla, abogado, columnista del “Correo de Caroní” y, según La Razón, “dirigente clave en la campaña de Andrés Velazques”, fue víctima del sicariato al recibir dos tiros cuando salía de un restaurat.

En Junio, cerca de la bomba Texaco de Las Mercedes, Pier Gerges, vicepresidente del diario Reporte de la Economía, fue interceptado por un par de hombres que descargaron 17 tiros contra su vehículo, 12 de los cuales impactaron contra su persona quitándole la vida.

Meses más atrás, una mañana de Febrero, cuando se encontraba supervisando una carpintería, el conocido arquitecto zuliano Alí Namazi cayó tendido luego de recibir dos tiros por parte de un sicario contratado por su esposa.

Estos son sólo cuatro casos aislados sucedidos en Venezuela en el último año, y que tienen en común una terrible etiqueta que lleva claramente impresa la palabra SICARIATO. Y lo resalto de esa manera, no por sensacionalismo, sino porque pareciera que esa pérdida de la capacidad de asombro de los venezolanos -detrás de la cual, sospecho, se esconde cierta cobardía a afrontar la triste realidad, cuando no una abismal indiferencia por el país- ha hecho también que perdamos el respeto por ciertas palabras.

Sicariato es una palabra maldita, de esas a las que hay que temer cuando se le ve impresa, porque sólo puede estar acompañada por otras palabras no menos atroces, como sangre, muerte, dolor, crimen, asesinato, droga, narcotráfico y anarquía. Un cocktail mortal que arrasa con todo a su paso.

El sicariato sólo puede instalarse en sociedades putrefactas y enfermas, capaces de producir individuos sin valores morales para los cuales la vida vale los ceros de más y de menos que pueda haber en un cheque.

Sin ser socióloga ni mucho menos, creo que no me equivoco al afirmar que una sociedad donde el hampa mata impunemente, se crean zonas guerrilleras que están sobre cualquier autoridad, la corrupción es hasta premiada y parece ser la única forma de ascenso social, y se le rinde tributo a delincuentes extranjeros como si fueran héroes, es el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de esta bacteria cuyo patológico efecto amenaza con arrasar con la poca paz y tranquilidad que le quedaba a este país.

Si piensan que exagero, los invito a que visiten cualquier hemeroteca y revisen las páginas de sucesos del último año de cualquier periódico, y cuenten el número de veces en las que sale impresa la palabra sicariato, para que se den cuenta que desgraciadamente ya es un problema nacional.

Ante esto, la respuesta de sectores del gobierno, fieles a sus teorías conspirativas, es que todo es culpa de la CIA que ha infiltrado a paramilitares en el país para que cometan estos delitos y así “desestabilizar”. Lamentablemente yo no me creo esa tesis, y digo lamentablemente porque sería bonito creer que son elementos ajenos a nuestra sociedad los que deliberadamente causan esos males; pero la realidad es otra y diferente, ya que progresivamente la sociedad venezolana se ha envilecido y ha comenzado a producir esta escoria asesina que anda a sus anchas mientras el gobierno busca culpables en USA.

No es juego, lo que está sucediendo acá, señores, es sumamente grave, y lo que más me preocupa es ver cómo todo el mundo sigue haciendo su vida de lo más normal, cual si esto fuera el país de las maravillas del que salió Alicia y no pasara nada. ¿Es que no se dan cuenta la magnitud del problema que se nos viene encima? ¿Es que acaso soy la única que ve crecer y se acercarse progresivamente a este monstruo? De ser ese el caso no voy a quedarme con el cargo de conciencia de no haber gritado y alertado cuando podía. Por eso este escrito, para que reflexionen, tomen conciencia y cuando llegue el momento cumbre no puedan decir que no lo sabían o que nadie se los dijo: El sicariato se ha instaurado en Venezuela, y cada vez cobra más fuerza.
¡Pobre de mi país!

3 comments:

Copcita said...

Eso es lo mínimo que uno puede llegar a sentir por actos como estos!...Repugnancia!...pero mas aún Indignación ...que llega en dos fases: la 1era creo yo cuando nos damos cuentas de la miseria humana...por 4 lochas se mata a cualquiera....y la 2da pues cuando le echan tierra a casos como éstos y pasa a formar parte de la lista roja... y no digo esto con ningun tinte político...Roja por la sangre...gente que muere asesinada y realmente pasa el tiempo y cada vez es peor y la gente como si nada!

Un abrazo Mi Luz!

P.D: Mi mas sentido pésame a la familia de este Sr.

BeelzebuDasHell said...

Hay un viejo refran gringo que dice:

"Eso de cazar no tiene gracia si los conejos devuelven los tiros."

Luz Clarita said...

*Así es "La Cop", y lo que me asusta es la indiferencia de la gente ante todo esto...el país, ahora sí, se está cayendo en un infierno de sangre y muerte, y todos felices...el sicariato aumenta, y nada...Si se exigiera una solución a esto, si se protestata y se obligara a las autoridades a hacer su trabajo, otro gallo cantaría...pero chica, aquí no pasa nada...¡SALUDOS!

*Bueno BeelzebuDasHell el problema acá es que los conejos no deberían estar armados...pero lo están, y mejor que los cazadores...¿quién los armó?...¡SALUDOS!