Yo me imagino que debo aburrir bastante con esto del béisbol a todos aquellos lectores que entran a mi blog esperanzados en leer algo de farándula. Yo sé, béisbol y farándula pocas veces se dan la mano, y por lo general quién anda pendiente de la farándula, no lo está del béisbol, y viceversa. Hay mucho de cliché en esto, gracias a Dios cada vez menos, pero el estereotipo es: hombre deporte, mujeres farándula. Sin embargo yo soy una excepción a la regla y así como me gusta meterle de frente a la farándula, también lo hago -quizás con menos fortuna, pero no con menos pasión- con los deportes.
Ahora bien, aunque puedo ver muchos deportes sólo hay dos que realmente sigo, y acá capaz sí entre en el estereotipo: fútbol y béisbol. Y en esas disciplinas hay 3 equipos que adoro a rabiar y de los cuáles soy y seré fanática hasta la muerte: Leones del Caracas, Yankees de Nueva York y Real Madrid, en ese mismo orden. Lo del Madrid viene del abuelo que llegó a ver a DiStefano; lo de los Yankees comienza por una leve simpatía que luego se profundiza cuando es el Yankee Stadium (QEPD) el primer estadio de grandes ligas que piso; y lo del Caracas, caramba, lo del Caracas es esa afición bonita, pura, auténtica y limpia que no tiene explicación alguna, pero que es, se siente y se vive como ninguna. Aunque suene a cliché, es una pasión…pero sabrosa.
No sé en que momento me hice caraquista, creo más bien que nací caraquista -aunque las fechas no concuerden, porque al momento de mi nacimiento no existían los Leones sino el Cervecería, que a fin de cuentas era lo mismo-, porque siempre fue algo que sentí tan mío y tan dentro de mi que no se explica. Decir Leones del Caracas es para mí recordar esa voz única de Delio Amado Leon; son Pompello Davalillo, Antonio Armas, Baudilio, Marcano Trillo, el gato Galarraga, Bobby -¿ex Yankee?- Abreu, Henry Blanco, Vizquel, y tantos otros; son esas 3 finales que nos dio el Chico Carrasquel; aquellas salidas de novios con el Sr. Farol –y la familia incluida- al Universitario; aquellas tardes de domingo llevando a los niños a algunos juegos; la Serie del Caribe del 85, y la invicta del 2006; las innumerables victorias vistas…son, en fín, muchos, alegres y buenos momentos vividos. Y perdón por el tono nostálgico...cosas de vieja.
Por eso es que en días como estos, cuando al equipo le va mejor que nunca, yo soy una de las personas más felices sobre las maltrechas y sucias calles de Caracas. Y es que en medio de tanta cosa fea que nos agobia y nos amarga la vida, hay una razón para celebrar: Los Super Leones del Caracas -como diría el siempre bien estimado José Visconti- y sus, ¡oígase bien!, 20 VICTORIAS...¡Qué grandes!
Ahora bien, aunque puedo ver muchos deportes sólo hay dos que realmente sigo, y acá capaz sí entre en el estereotipo: fútbol y béisbol. Y en esas disciplinas hay 3 equipos que adoro a rabiar y de los cuáles soy y seré fanática hasta la muerte: Leones del Caracas, Yankees de Nueva York y Real Madrid, en ese mismo orden. Lo del Madrid viene del abuelo que llegó a ver a DiStefano; lo de los Yankees comienza por una leve simpatía que luego se profundiza cuando es el Yankee Stadium (QEPD) el primer estadio de grandes ligas que piso; y lo del Caracas, caramba, lo del Caracas es esa afición bonita, pura, auténtica y limpia que no tiene explicación alguna, pero que es, se siente y se vive como ninguna. Aunque suene a cliché, es una pasión…pero sabrosa.
No sé en que momento me hice caraquista, creo más bien que nací caraquista -aunque las fechas no concuerden, porque al momento de mi nacimiento no existían los Leones sino el Cervecería, que a fin de cuentas era lo mismo-, porque siempre fue algo que sentí tan mío y tan dentro de mi que no se explica. Decir Leones del Caracas es para mí recordar esa voz única de Delio Amado Leon; son Pompello Davalillo, Antonio Armas, Baudilio, Marcano Trillo, el gato Galarraga, Bobby -¿ex Yankee?- Abreu, Henry Blanco, Vizquel, y tantos otros; son esas 3 finales que nos dio el Chico Carrasquel; aquellas salidas de novios con el Sr. Farol –y la familia incluida- al Universitario; aquellas tardes de domingo llevando a los niños a algunos juegos; la Serie del Caribe del 85, y la invicta del 2006; las innumerables victorias vistas…son, en fín, muchos, alegres y buenos momentos vividos. Y perdón por el tono nostálgico...cosas de vieja.
Por eso es que en días como estos, cuando al equipo le va mejor que nunca, yo soy una de las personas más felices sobre las maltrechas y sucias calles de Caracas. Y es que en medio de tanta cosa fea que nos agobia y nos amarga la vida, hay una razón para celebrar: Los Super Leones del Caracas -como diría el siempre bien estimado José Visconti- y sus, ¡oígase bien!, 20 VICTORIAS...¡Qué grandes!
2 comments:
20 TRIUNFOS...
¡QUE EXITO, definitvamente! Y los que faltan... ;-)
Saludos!
*jajajajaja así es Exiliado...¡¡¡y los que faltan!!!...jajaja...qué feliz soy...¡SALUDOS!
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