Crónica de un caso policial

Son las 11 PM del 20 de Febrero y estoy bajando al lobby del hotel para conectarme un momento a internet luego de un agotador viaje en avión desde Santiago hasta Lima. Después de revisar algunas informaciones, ingreso al correo del blog y encuentro uno de un tal Asdrubal Rogelio Sánchez Carrero que dice Solicitud con fecha del 16 de Febrero; no parece ser un spam y lo abro. Viene firmado por Dennys Méndez así que lo leo con detenimiento; me sorprende el tono cordial de sus palabras iniciales donde hasta me trata de “compañera”; en el mismo me dice que el vídeo es un montaje, que él es inocente, y me solicita la anulación de las imágenes del blog y de algunos comentarios. Quedo algo perpleja y se me dificulta un poco creer la versión que me suministra. Entre tanto pensar se acaba el tiempo y me voy sin responderle.

Son las 5:30 de la tarde del viernes 22 de Febrero y estoy en la sala de internet del hotel donde me quedo en Panamá. Abro el mail del blog y me encuentro con otro correo de Asdrúbal Rogelio Sánchez Carrero, fechado el 21 de Febrero, esta vez sin título. Al abrirlo veo que está firmado por Dennys Latinam Méndez; vuelve a sorprenderme el tono cálido con el que se dirige a mí: “Estimada y querida amiga Luz Clarita”, sin embargo la calidez solo queda en el saludo ya que en mail me anexa los artículos 2, 4 y 5 de la Ley Sobre Protección a la Privacidad de las Comunicaciones –que él llama “ley de comunicación social”- en los que se habla de las penas de prisión con las que se condenará a quienes difundan comunicaciones forjadas, alteradas, o grabadas fraudulentamente. Lo percibo como una amenaza, y recuerdo un tiempo lejano en el que alguna vez alguien pretendió amenazarme con la Ley, ¡qué tiempos aquellos! Leo, releo y me encuentro con una perlita:

“En la misma pena incurrirá, salvo que el hecho constituya delito más grave, quien revele, en todo o en parte, mediante cualquier medio de información, el contenido de las comunicaciones indicadas en la primera parte de este artículo”

Pienso que, dado el caso que se me quiera llevar a juicio, me salvaría el hecho que lo expuesto en ese vídeo constituye un delito mucho más grave que el de difundirlo. Eso en el supuesto que el vídeo sea verdadero tal y cómo lo indican mis fuentes. Pero bah, yo firmé contra el Presidente y estoy en cuanta lista inventaron, mientras que el Comisario Méndez es chavista rajado, así que independientemente de todo seré culpable en cualquier Tribunal de la República. Me olvido por un momento de la ley y tal, y le escribo a Asdrúbal Rogelio Sánchez Carrero quien presumo es el comisario Méndez, o su contacto con internet, mostrándole toda mi disposición a publicar su versión de los hechos, y haciéndole una serie de preguntas, de modo que las responda y esta pueda ser más completa. Mando el mail y me olvido temporalmente del asunto, ya que en la noche tengo una cena.

Llego a las 1 AM al hotel, y mientras duermo pienso mucho en el caso. ¿Será que cometí un error? ¿Será que no era Dennys Méndez? Repaso cada uno de los pasos que di antes de dar a conocer los vídeos, y me entra un fresquito: de las cinco fuentes que me lo mandaron hay tres que conozco y son 100% confiables, y dos de las cuales podría dudar. Respiro, y comienzo a plantearme la solicitud del Comisario, ¿eliminar las imágenes? La verdad le veo poco sentido, estando el vídeo colgado en YouTube a la vista de todos, y siendo estas imágenes precisamente capturas de ese video. Paso a la otra petición: ¿eliminar comentarios? Eso es algo que a pesar de los insultos y las bajezas en mi contra -que miren que han sido muchas- jamás me ha pasado por la mente ya que en ese aspecto siento que se hace muy estrecha la línea que separa la moderación de la censura, y temo que pueda cruzarla. Sin embargo también entiendo que a veces hay comentarios que se salen de todos los límites del respeto, y si afectan de tal manera a un inocente lo más sano sería eliminarlo.

Sigo sin dormir, y de vez en cuando vuelve a mi cabeza la idea de que Dennys Méndez podría ser inocente y yo una bicha de uña que lo dañó. Regreso a los tiempos de la universidad -a esa según la cual los anónimos chavistas nunca fui- y recuerdo todo lo que nos decían acerca del poder que tenemos los periodistas y de cómo hemos de ser responsable con el mismo ya que, valga la redundancia, podemos hacer mucho daño. Trato de no pensar en el prontuario del comisario, ni en el juicio que tiene abierto por ajusticiamiento, así como tampoco en su participación en la toma de el siglo, ya que eso me hace perder las perspectivas de este caso que es el de los porno-vídeos. Me comienza a dar sueño y me duermo.

Continúo en Panamá, son las 8 PM del 23 de Febrero y me vuelvo a conectar a internet. Llega otro mail de Asdrúbal Rogelio Sánchez Carrero con el título Su solicitud de Respuesta. Lo leo con atención y eso me basta para dudar seriamente de la inocencia de Dennys Méndez en el caso. Aunque se muestra dispuesto, e incluso recomienda hacerle un “peritaje técnico” al vídeo, la inconsistencia de muchos de sus argumentos me hace dudar. Me dice que se jubiló de Poli-Aragüa porque sabía que venía esa campaña, y yo no puedo dejar de preguntarme: ¿Si él trabajaba a favor de la policía de su estado y era inocente, no era mejor hacerle frente a esa “campaña” de desprestigio, demostrando con pruebas en la mano que todo era un montaje? ¿Salir de la institución no es darle el gusto a quienes hicieron el supuesto montaje? ¿Por qué no pide una averiguación a la Fiscalía para castigar a los culpables? Por otro lado comienzo a contactar nuevamente a mis fuentes para cerciorarme una vez más de la autenticidad del vídeo. Escribo y mando mails, entre ellos a polidevene el que subió el vídeo a YouTube, mientras el tiempo de internet se agota poco a poco.

Es 25 de Febrero, estoy en Miami y me conecto a internet. Trato de buscar alguna información del caso en Google y me encuentro con la siguiente nota de Eligio Rojas en Últimas Noticias, subida a internet por el blog rojo-rojito -nótese que precisamente mezquinos no somos y citamos hasta fuentes oficialistas- que cuenta lo que no publica el siglo, en la que narran el hecho y citan mi blog como fuente.
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Aún no responden las personas que consulto, pero me llega un mail con otro porno-vídeo de Poli-Aragüa. Me debato entre abrirlo o no abrirlo ya que me encuentro en un sitio público y de solo pensar que alguien me pille viendo un vídeo llamado "Policía Pato" se me baja la tensión. Sin embargo más puede la curiosidad, así que le quito todo el volumen a la computadora y lo pongo pequeñito. ¡Santo Dios! El vídeo es confuso, aparece un caballero -presuntamente uniformado, y si digo presuntamente es porque el vídeo no me permite distinguir con claridad si es un uniforme- afeitándole los testículos a otro que está desnudo. Golpe certero a mis ojos moralistas. Lo cierro rapido y me planteo algunas preguntas. ¿Qué demonios pasa en esa policía? ¿Cómo es posible que pasen todas estas cosas? ¿Será casualidad que aparezcan en este momento todos estos vídeos? ¿Cabe la posibilidad que tantos y tantos vídeos sean un montaje? ¿Una campaña de descrédito? ¿Será que se puede desacreditar más a una policía con un prontuario criminal como esta? Ya comienza a dolerme la cabeza, tengo una reunión en unos minutos y estoy en Miami, así que qué rayos, ya pensaré mejor eso cuando llegue a Venezuela y esté más desocupada.

01 de Marzo, ya en Caracas. De las fuentes que consulto solo 3 me responden, me sorprende que polidevene no lo haga, pero todas cantan al unísono: No seas ilusa Luz Clarita, claro que es Dennys Méndez, en el Estado Aragüa no hay quien lo dude, y si lo niega es porque ya perdió todo. Además una de ellas me dice una cosa que me pone a pensar: Dennys Méndez después de grabar su video y saberse perdido, decide complicar a Noe Liendo y un domingo en la hora de descanso, todo esto según la versión de mi fuente, lleva a la misma “streeper” de su vídeo a la Comandancia General y se la lanza a Liendo, para que, dado el caso que ambas cintas salieran a la luz pública, ambos cayeran. ¿Será?

3 de Marzo. Le escribo a Asdrúbal Rogelio Sánchez Carrero y le envío las preguntas que me hice el 23 de Febrero, para que me aclare aquellos puntos de su versión que me parecen inconsistentes. Pasan 2 días y me llega un mail llamado Respuesta firmado por Méndez, donde responde lo que le he preguntado. Al leer las primeras líneas no se si reír o llorar: afirma tener la máscara con la que grabaron el vídeo. Me molesto porque siento que me está tomando el pelo, e irónicamente no dejo de preguntarme: ¿Será de látex? ¿De donde habrán sacado el molde de su rostro? ¿Lo habrán drogado con burundanga?. La verdad, después eso le creo cada vez menos. Sigo leyendo. No duda del vídeo de Noe Liendo y pide castigo para él, recuerdo la versión dada por mi fuente y pareciera coincidir, porque si a ver vamos que de 2 vídeos tan parecidos sea el verdadero él de su "enemigo" y falso el de él, es algo sospechoso. Leo un poco más y creo que busca llegarme al corazón, porque me dice convencido que es una víctima del Ministerio Público Aragüeño, me habla de su modesta condición de vida, y además deja entrever que podría ser víctima del narcotráfico ya que afirma haberle dado los “golpes” más duros a esta delictiva actividad en Aragüa.

Termino confundida, su versión de suprema inocencia en el caso de los vídeos me parece cada vez menos creíble, y lo de la máscara una ridiculez -creo que me vio cara de idiota-, pero no tengo modo de comprobar lo que él dice con respecto al narcotráfico y su vivienda. Sin embargo tres fuentes distintas que gozan de toda mi credibilidad me confirman que el protagonista del vídeo es él, y a fín de cuentas el asunto acá son los videos y no su hoja de servicio y vida.

12 de Marzo. Publico en el blog la versión de Dennys Méndez convencida que con ella queda más en evidencia que nunca, y termino perpleja, ya que la rabia que me agarran por darle la réplica a Méndez es descomunal. Paso de heroína a verduga, los que antes me defendían y felicitaban ahora me odian, aborrecen y hablan pestes de mí. Me acusan de varias cosas risibles y descabelladas como ser Dennys Méndez, haber cambiado de parecer por dinero, no tener la más mínima idea de lo que es periodismo, por supuesto de disociada -esa palabrita nunca puede faltar en los anónimos chavistas que se juntan en esta comparsa-, y, ¡oh sorpresa!, culpan al imperio, más específicamente a la ciudad de Miami, de ese supuesto cambio que todavía me pregunto de donde lo sacaron. Me odian tirios y troyanos, pero no me importa porque sé que, duélale a quien le duela, he hecho lo que tenía que hacer.

Escribo las líneas finales de esta entrada sin dejar de lamentarme por lo mal que funcionan las cosas en este país, ya que en uno medianamente serio el caso habría sido investigado, se habrían hecho las pruebas técnicas de rigor y con estas se habría llegado una verdad absoluta, sancionándose a los culpables. Pero acá, gracias a la sospechosa ineficiencia del politizado Ministerio Público, no hay peritaje técnico, no hay investigación, no hay sanción y no hay nada. Sólo la palabra del Comisario Méndez contra la mía que es la de mis fuentes, las que, vuelvo y repito, gozan de toda mi credibilidad, y he allí, en esas doce letras donde termina –por ahora- este caso. Que cada quien crea en quien considere que deba creer. Yo cumplí con mi deber y aunque quisiera, más no puedo hacer.