Visitando al Nazareno de San Pablo

Ir el Miércoles Santo a visitar al Nazareno de San Pablo es una tradición que guardo desde niña, ¡qué digo desde niña!, desde muchísimo antes de nacer, cuando estaba en el vientre de mi madre. En lo que llevo de vida –miren que es bastante- solo en dos oportunidades he dejado de ir: la primera en 1952 cuando la tragedia en Santa Teresa, que había sucedió temprano, y nos avisó un tío que fue a la casa, porque ni siquiera teníamos teléfono en esa época; y después en el 83 cuando me había fracturado el tobillo y estaba en muletas. De resto siempre he acudido fiel a la cita y este año no podía ser la excepción.

Como trabajo en pleno centro de Caracas, aproveché que era el último día y me quedé hasta las 6:30 PM; a esa hora bajé hasta la basílica de Santa Teresa y acompañé en procesión al Nazareno hasta la Plaza Caracas donde Su Eminencia Monseñor Jorge Cardenal Urosa ofició la Santa Misa, que terminó casi a las 10 PM.

Tengo que decir que si hay algo que me reconcilia con la vida es ir a ver al Nazareno los Miércoles Santos, y ayer me sentí sumamente emocionada cuando vi la Plaza Caracas repleta de gente para la última misa. No cabía un alma, y la fe, la devoción y el amor por el Nazareno de San Pablo se sentían como nunca. Además, como regalo de Dios ayer no llovió en la noche, sino que hubo una brisa fresca que hizo que los allí presentes nos sintiéramos a la perfección.

El mismo Cardenal Urosa dijo sentirse en la homilía sumamente emocionado al ver tanta gente reunida. Habló muy bien el Cardenal, con un lenguaje algo “popular” si se quiere, entiendo que muy propicio para llegarle a la gente. Oró por la Paz, y fue enfático al condenar el crimen y la delincuencia que se han apoderado de nuestra ciudad y en general de nuestro país; haciendo la advertencia que nos estamos acostumbrando a lo malo, y eso, en su opinión, no puede ser. Tenemos que dejar de ver las cosas malas como normales, dijo. También recordó uno a uno los 10 Mandamientos de la Ley de Dios e hizo un fuerte llamado a todos los fieles a alejarse de las drogas, el alcohol, la violencia, etc, etc, etc. Fue enfático cuando dijo que la santería y el catolicismo eran cosas incompatibles como el agua y el aceite, y clarito soltó: quien es santero no puede ser católico. En ese momento, fuimos muchos los que aplaudimos, ya que vemos con preocupación como esas religiones paganas van ganando cada vez más adeptos.

También Su Eminencia hizo un anuncio que nos llenó de alegría a todos los fieles católicos: El 27 de Abril será beatificada en Caracas la Madre Candelaria, en un hecho inédito en nuestro país, que sin duda será una bella fiesta católica. Tendrá lugar a las 11 AM en el Estadio Universitario de la UCV –la casa de mis Gloriosos Leones del Caracas-, y asistirá José Cardenal Saraiva Martín, el portugues que ocupa el cargo de Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. Hemos de recordar que otrora las beatificaciones las realizaba el Papa en el Vaticano, pero Su Santidad decidió cambiar esta política y realizar las beatificaciones en cada país, enviando un representante a cada uno de ellos.

Como la homilía fue algo larga, la misa duró un poco más de una hora, pero valió la pena estar allá y pedirle al Nazareno por tantas cosas.

De regreso, por andar creyendo en las mentiras de los anónimos chavistas de la humanizada y perfecta Caracas, casi me caigo porque todas las alcantarillas están rotas en la Plaza Caracas. Sin embargo, lo cortés no quita lo valiente, y hemos de reconocer el buen trabajo de la PM, los Bomberos de Caracas, y el Alcalde Bernal para organizar la logística y cuidarnos a todos los fieles…aunque al regreso una señora contaba que le habían arrebatado una argolla de oro…¡Cosas de Caracas!