¡Salí en Gatopardo!

Es por todos conocida la afición que siento hacia la prensa escrita en general, y muy especialmente hacia las revistas, en las cuales dejo buena parte de mi quincena. Una de mis favoritas ha sido, desde que la conocí, Gatopardo, la revista de crónicas y reportajes latinoamericanos que, valga la redundancia, circula en toda América Latina y a Venezuela llega, en el mejor de los casos, con un mes de retrazo.

Se podrían preguntar muchos cual es el interés de comprar una revista que, además de costar 11.000 Bs, llega con tanta demora, y mi respuesta es: la calidad. Gatopardo es una tremenda revista, bien diseñada, bien diagramada, bien producida, pero sobretodo muy bien escrita. Congrega en sus páginas las mejores plumas del periodismo latinoamericano, que producen unas crónicas deliciosas y unos reportajes con todas las de la ley, que no pierden vigencia con el paso del tiempo.

Los temas tratado son variados, y precisamente eso me ha permitido, en medio de este absorvente caos informativo venezolano donde cada hora pasa algo que requiere nuestra atención, seguirle el pulso a América Latina, y enterarme de lo que pasa en otros países de nuestro continente, tan cerca geográficamente y tan lejos informativamente.

Desde los antropólogos argentinos que desentierran los horrores de la dictadura, hasta las regiones de Mexico donde manda el narcotráfico, pasando por casos de censura como el de Carmen Aristegui. Fueron precisamente unas líneas escritas en un Candelero acerca de ella las que me llevaron a aparecer en dicha publicación, dándome la grata noticia de ver mi nombre en la sección Correo, tal y como pueden ver en la imágen. ¿Qué tal?
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(clic para ampliar)

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Sí, si lo pensaron tienen razón. ¿Toda una entrada para decir que salió en la sección “Correo” de una revista? Pues no lo duden, soy una bloguera vanidosa.