Solidaridad con Martha Colmenares//La actitud matonesca de los Tigres

SOLIDARIDAD: Entre las vacaciones y el relax no me había enterado de lo sucedido con la hija y el yerno de la incansable y valiente colega Martha Colmenares. Resulta que en plena tarde del 31 de diciembre -¡cómo se nota que la maldad no descansa ni en días festivos!- ambos fueron agredidos por un grupo de facinerosos y mafaferos en las afueras de su residencia. El cuento completo –que de cuento poco, y de historia de terror y horror bastante- lo pueden leer en el siguiente link; y yo no puedo sino expresarle mediante estas breves líneas mis más sinceras palabras de apoyo y ánimo ante una situación tan triste a una mujer que como Martha se las ha jugado todas en pro de defender sus ideas democráticas y libertarias en un país que cada vez tiene menos de eso. Querida y admirada Martha, estamos contigo.


LA ACTITUD MATONESCA DE ARAGUA: Yo se los venía diciendo, la rivalidad Caracas-Aragüa está subiendo de tono y se está ubicando en uno muy poco deportivo. A todo lo antes reseñado en este blog, se une lo sucedido ayer que fue verdaderamente lamentable.

Pero comencemos por el principio. El pasado domingo, en el 7º ining, con el juego 5-6 a favor de Aragüa, dos outs, y Alex Cabrera en la primera base, Jesús Guzmán da un jonrón, un tremendo chuchazo, y pone el juego 7-6 a favor de Caracas. El se goza su jonrón y cuando corre las almohadillas el 2-B de Aragüa, Luís Rodríguez –el mismo que entró en estado de éxtasis en aquél triple play con carrera y se burló haciendo el gesto del hacha-, le reclama a Guzmán la forma en la que celebraba. Porque Luisito pretendía que Guzmán, dando el batazo oportuno que pone a ganar al equipo, en su estadio, con su público aclamándolo a rabiar, no celebrara o corriera cabizbajo y tristón las almohadillas. El Chucho, tal y cómo lo dijo en la rueda de prensa, sólo le dijo que respetara.

Ayer, en su primer turno al bate, Guzmán recibe un pelotazo. “¡Eso estaba cantadísimo!” dijo Reyes Medina desde Unión Radio, y tan cantado estaba que el pitcher fue inmediatamente expulsado, así como el manager Buddy Bayly que se loqueó totalmente. Guzmán, caballero al fin, se fue tranquilo hasta la primera base.

El asunto se hubiera finiquitado allí de no ser por la actitud matonesca –y que me perdone la Real Academia pero no hay mejor definición- que asumieron Horacio Estrada, Francisco Buttó y Miguel Cabrera en contra de Jesús Guzmán, al que amenazaron veladamente, sin pudor alguno, y con gestos y obscenidades censurables desde todo punto de vista, tal y como se puede apreciar en este vídeo.



¡Qué espectáculo tan bochornoso y tan lamentable!

Todos unos guapetones. En vez de peloteros lo que yo veía allí era a 3 matones de barrio –en ese caso uno más que los otros, literalmente- amenazando a un Guzmán que, siendo más joven que todos, se vio más profesional, más caballero y más varón que cualquiera de ellos. Porque pantalones hay que tenerlos, y bien puestos, para manejar este tipo de situación; y tan bien la manejó que a la vista lo que se distingue claramente es a 3 animales gesticulando cual fiera herida, y un caballero en primera base.

Lástima por Miguel Cabrera. Y digo lástima porque de un grandeliga como él, que está en la élite del béisbol mundial, que firma contratos multimillonarios, y que juega para los mejores equipos, una espera una conducta medianamente profesional, y resulta que no, que su conducta no está acorde a su estatus, que es un busca pleitos cualquiera, que se mete en peleas donde no tiene ni arte, ni parte, ni nada, porque ni siquiera está jugando con los Tigres. ¿Cómo quedamos entonces? Si así se comporta “Miguelito”, el ídolo, el “líder-Maltín”, el que monta el nacimiento en la cuña de Movilnet, el ejemplo a seguir para cualquier criollito, ¿qué se puede esperar de los demás?

¿Y Buttó? ¡Ja! Buttó: Un mala conducta impenitente. Con él no vale aquello de que “el que tiene rabo de paja no se acerca a la candela”, porque tiene un pajón encima y parece buscar quemarse. Hay que recordar que a él se le comprobó responsabilidad penal en el caso del asesinato de Jesús Enrique Hernández y está libre en medio de un proceso judicial plagado de irregularidades –cosa de la que, por supuesto, nadie habla…y de la que quizás en algún momento hablaré-. Además fue sancionado por la LVBP por realizar gestos obscenos contra el público en la final pasada; y se la pasa metido en cuanta pelea hay. En pocas palabras una joyita que, en vez de aprovechar la suerte con la que ha corrido y las segundas oportunidades que ha tenido, se ha empeñado en embarrarla cada vez más feo.

En resumen: deplorable lo de Aragüa. Es la parte fea del béisbol que no quisiéramos mostrar, pero ni modo…¡sólo nos queda Guzmán!